Por Martha Tarazona
Yom Kippur día de perdón, purificación, reconciliación, limpieza de la conciencia de obras muertas para servir al único Di-s vivo.
“Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros. Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de HaShem” [Lev. 16:29-30].
¿Qué es Yom Kippur?
Yom Kippur significa día de expiación, es un día sagrado, en el cual se aflige el alma mediante el ayuno.
“Es un día de perdón, purificación, olvido de los yerros (delitos o faltas, cometido con malicia o por ignorancia, contra ley en la ejecución de una cosa) y extirpación de las impurezas del alma. No se trata únicamente del perdón divino que se invoca mediante la confesión de las faltas y las prácticas de abstinencia; sino también del perdón humano, que exige el desprendimiento de la vanidad y contribuye a la elevación moral, los rencores son desalojados del alma. Se debe extender una mano de reconciliación al enemigo, se deben olvidar las ofensas recibidas y excusarse por las inferidas a los demás. Pues limpios de todas sus escorias físicas y morales debe comparecer el individuo ante el tribunal de HaShem” [1].
Yom Kippur en la época del primer templo
El judaísmo antes de la destrucción del primer templo, se trataba de una religión basada en el templo, “el judaísmo era el templo y el templo era el judaísmo”, la relación con HaShem estaba fundamentada en el templo. En el tiempo del primer templo; una vez al año, en Yom Kipur entraba el sumo sacerdote al templo y pronunciaba el nombre de HaShem, este era un instante extraordinariamente sagrado y terrible, resultaba al mismo tiempo el de mayor riesgo, tanto para el sacerdote, como para el pueblo de Israel, si en ese momento el sacerdote estuviera en pecado moría y no podía hacer expiación por el pueblo [1].
El primer templo de Jerusalem era lejano para la mayoría, ya que se había separado el reino del Norte y del Sur. En el Norte no existía la oportunidad de acudir al templo, los del Norte no tenían un templo cercano y querían uno propio. Al ver como los paganos construían templos, se volvieron igual a ellos, asimilándose al paganismo. Terminaron construyendo altares y templos como ellos, cuando en la Torá estaba la instrucción de no hacerlo. Este primer templo fue destruido por avodá zará (idolatría) y por ignorar el conteo de la shmitá (ciclo de siete años), el templo fue quemado el 9 de Av y de acuerdo al Talmud el templo fue destruido el 422 AEC [2].
Yom Kippur en la diáspora
Ya no había templo, no había sacrificios, ni ofrendas, de esta manera comenzó el exilio, 90% del pueblo de Israel fue encaminado a Babilonia y el 10% huyeron a Egipto con Jeremías. El pueblo se unió y establecieron instituciones judías que tenían el propósito de contrarrestar la asimilación y mantener la identidad judía, estas instituciones fueron: Un sistema judicial (Beit Din), escuelas (Beit Midrash), Casa de oración (Beit Tefilá) [2].
Sin embargo, aunque seguían cumpliendo Mitzvót, no podían traer la ofrenda “Tamid”; la palabra Tamid en hebreo significa eterno o por siempre. Esta ofrenda debía hacerse a la luz del día consistía en un cordero en la mañana y un cordero al atardecer. Cualquier ofrenda que hubiere de ser presentada ese día debía de hacerse después de la Tamid matutina o antes de la Tamid vespertina. No había relación entre la ofrenda Tamid y el pecado, era una ofrenda ordenada por HaShem. Aunque guardaban shabbat no podían traer la ofrenda de shabbat, ni la ofrenda de Pesaj. No podían realizar los mitzvot relacionados con la agricultura porque no estaban en la tierra de Israel. Entonces la gran asamblea dio el siguiente principio: “Si no puede guardar una mitzvá en su totalidad haga lo que más pueda” [2]. De los sucesos en la diáspora podemos determinar que el pueblo no podía celebrar Yom Kippur porque no había templo.
Yom Kipur en el segundo templo
Esdras hace el llamado al pueblo de Israel de regresar a la tierra y restablecer el templo, y traían las instituciones que habían organizado: sistema judicial (Beit Din), escuelas (Beit Midrash), Sinagogas (Beit Tefilá, casa de oración o casa de asamblea), Beit Knéset (judaísmo basado en la sinagoga, compatible con el judaísmo del templo de Jerusalem que se tenía antes) [2].
En este tiempo los Fariseos se unen y comienzan a organizar las discusiones de siglos anteriores, empiezan a organizar la “Ley oral”, enseñando el por qué basándose en el argumento. En esto surgen los pares o zugot (2 personas que debaten), la cabeza de debate se llama Nasí y el segundo en poder “Av Beit Din”. Los últimos pares fueron Hillel y Shammai. Hillel falleció en el año 10 EC, Yeshúa era un niño, en este tiempo. Luego falleció Shammai, y Gamaliel fue el nuevo Nasí del Sanedrin; sin Av Beit Din; es decir sin otro par; en otras palabras, con la muerte de Hillel y Shammai el tiempo de los Zugot o pares llegó a su fin.
Se reconstruye el segundo templo y siguen funcionando las sinagogas. Es decir, en el primer templo; el judaísmo era una religión basada en el templo, en la diáspora la religión era basada en la sinagoga y en el segundo templo el judaísmo era basado en el templo y en la sinagoga juntos. Luego el segundo templo fue destruido por: Sinat Jinam: odios infundados. Si Yeshua vivió en tiempos del segundo templo y en éste se retomaron las festividades que se celebraban en el primer templo, Yeshúa celebró las fiestas.
Yom Kipur en la actualidad
Para la expiación era necesario la entrada del sumo sacerdote al lugar santísimo una vez al año. Yeshúa es nuestro sumo sacerdote que entró una vez para siempre al lugar santísimo y gracias a su sangre limpió nuestros pecados.
“Pero estando ya presente Yeshúa, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Yeshúa, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a HaShem, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Di-s vivo? [Heb. 9:11-14]
Isaías 53 nos habla de Yeshúa nuestro Mesías, quien puso su vida en expiación “ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores…con todo eso, Di-s quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Di-s será en su mano prosperada [Is. 53:10]”. Igualmente, en [He. 2:17], habla que Yeshúa vino para expiar todas las transgresiones del pueblo.
Amigo lector, el sacrificio de Yeshúa fue mayor que cualquier fiesta de Yom Kippur celebrada en tiempos del primero o segundo templo, porque Yeshúa es el cordero sin mancha ¿cuánto más la sangre de Yeshúa?, el hijo de Di-s, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, el soberano de los reyes de la tierra, el principio y el fin, el que era y el que ha venir, el todopoderoso, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de HaShem, por lo tanto tenemos a donde acudir para perdón de nuestros pecados, purificación y limpieza de nuestra alma.
«Le Shaná Tová Tikatevu Ve Tejatemu» («Que sean inscritos para un buen año de vida»)
Referencias
[1] Schlesinger, E.C. Tradiciones y costumbres judías. Editorial Israel. Séptima
edición 1970. Págs. 231, 243.
[2] Yeshivat Shuvu (2019). Rabino Steven A. Bernstein.
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Miembro de la comunidad Yovel, Dra. Ingeniería de Alimentos. “Nada tenemos que no hayamos recibido” [1 Cor. 4:7]