Por Natalia Lara
¿Qué diferencia la grasa del aceite? ¿Y qué tiene esto que ver con Mashiaj?
Las parashot que estudiamos en la semana que acaba de terminar (Vayikra’, ויקרא – Lv 1:1-5:26) y la de esta semana (Tzav, צו Lv 6:1-8:36) tratan de los diferentes tipos de ofrendas que ordenó Di-s: holocaustos animales y vegetales, sacrificios de expiación, ofrendas de paz, de reconciliación, de consagración sacerdotal etc. En todas ellas hay dos ingredientes similares, pero con características diferentes: la grasa y el aceite. Si la ofrenda era de un animal, la orden era quemar toda la grasa sólida localizada en sus órganos internos, sobre los intestinos, riñones e hígado. Si se trataba de una ofrenda de harina, ésta debía estar mezclada, untada o frita en aceite.
Tanto la grasa solida como el aceite pertenecen a los lípidos, compuestos tan fundamentales para la vida, que constituyen un gran porcentaje de las membranas de las células, la unidad fundamental de la vida. Gracias a los lípidos podemos pensar, comunicarnos y movernos, pues ellos forman el recubrimiento de los axones, las extensiones de las neuronas que llevan la información hasta los sitios finales donde se debe ejecutar las órdenes del cerebro. Los lípidos además funcionan como reserva energética a largo plazo, pues, aunque nuestro combustible principal es la glucosa, los lípidos tienen la capacidad de transformarse a Acetil-coA una molécula que es capaz de generar AMP cíclico que es la moneda energética con la que funciona nuestro organismo.
Sin embargo, tienen diferencias fundamentales que nos dejan poderosas lecciones. Para que una grasa sea líquida necesita que en su estructura química tenga enlaces insaturados ¿Qué significa esto? Permítanme explicarlo brevemente… la estructura base de los lípidos son átomos de carbono, los cuales pueden asociarse de varias maneras entre ellos, bien con uniones simples a través de un único enlace o con uniones más fuertes a través de enlaces dobles.
El tener estos dobles enlaces hace que el lípido sea insaturado y de esta manera se vuelve liquido (aceite)… si no hay ningún enlace insaturado entonces será solido (grasa o sebo). Pero hay otra condición adicional que tiene que ver con el tamaño: entre menos carbonos tenga, más pequeño será el lípido y más liquido será.De tal modo, que la grasa solida (sebo de los animales) es un lípido largo y saturado, mientras que el aceite liquido (vegetal) es un lípido corto e insaturado.
La palabra grasa en hebreo es חֵ֫לֶב jeleb (S.2459) que también significa lo mejor o lo más rico, tanto figurativa como literalmente. En los sacrificios la grasa simboliza el orgullo… no la satisfacción por los logros realizados, sino el orgullo que es abominación a Hashem (Sal 138:6); el que se refiere a la altivez, al exceso de confianza en uno mismo, al creer que no nos equivocamos y que si algo sale mal es culpa del otro. Es el orgullo que se refleja en la molestia que genera que alguien te cuestione, que reproche algo que no has hecho o que tu pareja o tu mamá señalen algún error que cometes. Es cuando nos molesta que nos lleven la contraria o nos critiquen. La incomodidad de que otros triunfen o tengan cargos de autoridad. Este orgullo, es solo un arma de defensa para esconder inseguridades y baja autoestima, para que los otros no descubran nuestras flaquezas y podamos enmascarar la baja autoestima. Es también un medio de protección para no reconocer los errores propios ni afrontar sus consecuencias. Al igual que las grasas saturadas, el orgullo solo genera enlaces débiles con los otros pues no es fácil tratar con personas que no admiten sus propios errores ni sus consecuencias. Y un corazón lleno de sebo -de orgullo-, es un corazón contrario a la torá: “Su corazón está cubierto de grasa, pero yo me deleito en tu ley” (Sal 119:70). Por eso Hashem no solo pide que toda esta grasa sea quemada en el altar, sino que no se pude comer (Lv 7:24-26).
Por el otro lado ésta el aceite, el cual además era usado para encender cada día la Menorá (Ex 25:6), para consagrar objetos (Ex 30:26-29) a los sacerdotes (Lv8:10-12) y para ungir a alguien y llenarlo del Espíritu de Hashem (1 Sam 10:1,6; 16:13) ¿Qué características tiene el aceite para ser tan virtuoso? ¿Y que tiene eso que ver con nosotros? La palabra Aceite שָׁ֫מֶן Shemen (S.8081) en hebreo viene de שָׁמַן shamen (S.8080) que significa brillar. Además, la bioquímica de las grasas insaturadas (líquidas) nos ayuda a responder esta pregunta. El aceite, en su proceso de formación debe entregar el hidrogeno para generar agua y ya que la torá se compara con el agua, esto nos invita a entregar lo “fundamental” de nosotros -el ego- y volvernos torá viva. Por otro lado, el aceite al ser un lípido corto no solo es líquido y fluido, sino que también es volátil, es decir que necesita poco calor para volverse gaseoso y así ser olor fragante… del mismo modo, debemos estar dispuestos a no ser sólidos, a no poner trabas a lo que Hashem quiere cambiar en nuestra vida, sino a ser quemados y transformados por su presencia.
Finalmente, la falta de grasas insaturadas en el organismo favorece no solo las enfermedades coronarias, sino que aumenta la cantidad de colesterol en la sangre… ya que el aceite simboliza el Espíritu de Hashem (1 Sam 10:1,6; 16:13), cuando este nos falta en el organismo, no solo nos enferma el corazón sino que aumenta la cantidad de grasas nocivas -orgullo- en nuestro cuerpo. Ser ungido con aceite, era un símbolo no solo para los reyes, sino que es el símbolo fundamental para el Mashiaj מָשִׁ֫יחַ (S.4899) que viene de la raíz mashaj מָשַׁח (S.4886) que significa frotar con aceite y consagrar. El profeta Isaías habla de que el Mashiaj tendría espíritu de sabiduría y de entendimiento, de consejo, poder, conocimiento y temor a Di-s (Isa 11:2). Yeshúa, es ese Mashiaj que no solo era consagrado a Hashem, sino que como sacrificio perfecto fue olor agradable a Hashem y puede transformar nuestra vida para ser olor fragante… y es que aunque en parte seamos un trozo de sebo por la cantidad de orgullo que hay aún por quemar y en parte estemos ungidos y llenos del Espíritu del Eterno, en el altar se quemaban tanto la grasa solida (Lv 4:31) como el aceite (Lv 6:15) y ambos se convertían en olor fragante… el problema es estar dispuestos a ser quemados y trasformados por la presencia de Hashem y nuestra relación con Yeshua HaMashiaj.
“Como aroma agradable os aceptaré, cuando os haya sacado de entre los pueblos y os haya recogido de las tierras donde estáis dispersos; y mostraré mi santidad entre vosotros a la vista de las naciones. (Ezq 20:41).
¡Shavua tov!
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Soy hija de Di-s, recién casada, miembro de la Kehilat Mésianica Yovel, pediatra y por misericordia del Padre Eterno trabajo con los niños de la reclusión de mujeres El Buen Pastor en Bogotá.

Muchas Gracias Natalia!!! Hasta ahora entiendo el versículo 70 del salmo 119.
WoW !!! apenas ví el comentario busqué el versículo! tienes toda la razón! gracias Marce!
Gracias Nata por todo tu servicio y amor!