Por Luis Gabriel Forero y Stella Díaz
Cambio de actitudes para un cambio de vida integral
ROSH HASHANA 5785
¿Por qué debemos hacer cambios en nuestra vida? … ¿Por qué nos deseamos un buen y dulce año? …Porque se acaba un año y empieza un nuevo ciclo, o mejor, porque el Eterno quiere que seamos un testimonio vivo de su amor a través de nuestro estilo de vida, o porque al sonar el shofar (Yom Teruá) el Mesías puede venir y encontrar a su Kaláh y su Kehilá preparada, o porque debemos estar listos, santificados para ser inscritos y sellados en el Libro de la Vida, o porque después de Elúl y el tiempo de Teshuvá debe llevarnos a la convicción de reflejar al Mesías en nuestras actitudes y comportamientos. Entonces, ¿quieres un buen y dulce año?, pues es tiempo de hacer un “reseteo” y borrar, eliminar, quitar y renunciar a esas actitudes que no suman al crecimiento espiritual y que no nos dejan avanzar en santidad. Pero, si queremos cambios, esto no sucede en automático con solo presionar las teclas “Ctrl + Supr” como hacemos en nuestro procesador, sino, se debe hacer una introspección a conciencia en nuestra alma, rúaj y nuestra mente, revisando en qué áreas, aspectos o actitudes estoy o estamos, aún fallando.
El cambio de comportamiento se basa en la comprensión de cómo las personas toman decisiones y en la aplicación de estrategias efectivas para influir en esas decisiones. El cambio de comportamiento ocurre cuando hay una combinación de convicción, determinación, motivación, capacidad, “emuná” y señales para realizar la acción.
Según la Torá, llegamos a Yom Terúah, y según el calendario Bíblico y la tradición judía, se denomina Rosh Hashaná (en hebreo, ראש השנה, literalmente se traduce como: «cabeza del año»), y es conmemorado el primero y el segundo día de Tishrei (séptimo mes del calendario hebreo). Esta fecha conmemora en las creencias judías el día de la creación y simboliza el comienzo, la cabeza… “nuevos Comienzos” … “Tiempo de Cambios”. También se conoce como el Día del Toque del Shofar -Yom Teruah («El primer día del mes séptimo será para ustedes un día de reposo, una conmemoración con toques de trompeta, una asamblea sagrada.- Levítico 23:24), y como el Día del Juicio porque ese día el Eterno juzga a los hombres, abriendo tres libros: uno, con los malos (quienes quedan inscritos y sellados para la muerte); otro, con los buenos (quienes quedan inscritos y sellados en el Libro de la vida), y el tercero, para quienes serán juzgados en Yom Kippur (día del perdón); según esto, entonces, ¿en qué libro queremos estar inscritos? Todo depende de nuestro crecimiento y madurez espiritual.
En nuestra Fe y conocimiento Judío Mesiánico, esperamos la venida de nuestro Señor Yeshua, y sabemos como dice la Palabra será anunciada con Trompetas (Shofar) por lo cual, en un Yom Teruah, nuestro Mesías puede volver: “El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Mashía resucitarán primero”. (1Tesalonicenses 4:13-18). Entonces, ¿Estamos preparados, como la novia lista a recibir al Novio, sin mancha ni arruga, en santidad, con FE y buenas obras?
Una dimensión social, familiar, empresarial y comunitaria de esta celebración del Rosh Hashaná/ Yom Teruah, es el arrepentimiento, consiste en que cada uno debe pedir perdón a las personas con las que considere que ha sido injusto, y esta reconciliación entre personas es el requisito para obtener el perdón definitivo, el perdón del Eterno para inscribirnos y sellarnos en el libro de la vida (previo a Yom Kippur). Por esto la importancia de reflexionar, meditar y hacer conciencia de qué cambios debemos hacer, tener un arrepentimiento genuino en nuestro proceder y apartarnos totalmente de los malos comportamientos y malas actitudes (Proverbios 28:13).
¿Qué necesitamos para cambiar nuestras actitudes y comportamientos?
“La resistencia al cambio es un hecho en el ser humano”… dicen los autores…
“Dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes” Efesios 4:23 (NTV)
Partimos del hecho de que para el ser humano el cambio es difícil y existe en todos nosotros una gran resistencia al mismo. Y más aún cuando no hacemos conscientes nuestras fallas o “pecados” y peor aún, que siendo consientes nos resistimos al cambio porque permanecemos en nuestra carnalidad, en nuestros instintos, en nuestra “nefesh”; gobernados por nuestras emociones, y en nuestra “zona de confort” …así no sea tan confortable (ego)…
Debemos saber que para que se produzca un cambio de actitud o comportamiento deben darse algunos requisitos, considerados desde el punto de vista psicológico y espiritual:
⦁ Tener conciencia de qué cosas nos afectan y por qué debemos cambiar
⦁ Querer hacer el cambio, lo que alude a la motivación de la persona para cambiar.
⦁ Saber cómo hacer el cambio, que alude a los conocimientos para hacer el cambio.
⦁ Tener la oportunidad de hacer el cambio, que alude a la posibilidad y al control que tenemos sobre las circunstancias que nos rodean.
⦁ Tener la disposición para hacer el cambio, doblegando nuestra carnalidad, nuestro ego.
⦁ Tener la voluntad para hacer lo que sea preciso para que el cambio se produzca, que alude también a la disposición.
⦁ Tener emuná, discernimiento, sabiduría, temor al Eterno, a Yeshua la Torá viviente, y por tanto a los Mitzvot, lo que alude a nuestra madurez espiritual.
⦁ Tener claro que, si no hago cambios, NO hay crecimiento espiritual, no hay bendiciones, no hay testimonio de vida, y afecta a mis generaciones. Saber tomar sabias decisiones y buenas elecciones: (Deuteronomio 30:19) “Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes”.
Las actitudes intervienen el comportamiento de las personas
La actitud se entiende como “la forma de proceder y actuar de una persona”. La actitud, en este sentido, forma parte de la identidad de las personas y consecuentemente las diferencia y las distingue de otras, pues forma parte de los denominados atributos identificadores de la personalidad. Las actitudes se aprenden, pero también se pueden modificar, se necesita ser consciente de esto y cómo afecta a nuestro comportamiento, como afecta nuestras relaciones interpersonales, y por ende cómo puede afectar a nuestra relación con el Eterno.
Según los autores, hay cuatro componentes de las actitudes:
⦁ El componente cognitivo, lo que conozco, lo que creo, lo que sé – sesgos
⦁ El componente afectivo, inteligencia emocional, relacional y nuestras reacciones
⦁ El componente conductual, la ética, los valores, las creencias y el comportamiento
⦁ El componente normativo, de acuerdo a las leyes, normas y principios sociales, el deber ser…
Como creyentes en el Mesías Yeshua, conociendo la Torá y los MItzvot, podemos incluir dos componentes más, que influyen directamente en nuestras Actitudes y comportamientos:
⦁ El componente ambiental, características generacionales, posibilidades económicas y entorno social
⦁ El componente espiritual, principios de vida, Fe, relación con Di-s, madurez espiritual
Dicho esto, se tiene que conocer y re conocer, cómo las actitudes estigmatizan nuestra estima (cómo me ven los demás), las actitudes afectan el comportamiento, y cómo el comportamiento afecta el crecimiento espiritual y en consecuencia, afecta nuestras relaciones y nuestro círculo de influencia, Conclusión ¿qué testimonio estas dando con tus actitudes y comportamientos?
El Pirkei Avot nos explica de “cómo re-accionar nuestros sentimientos”. En cuanto al enojo (mala actitud) nos enseña cuatro formas distintas de responder ante él. Aquél que fácilmente se enoja, pero también perdona rápidamente; ése – nos dice la Mishná – su virtud cancela su falta. El que se enoja con dificultad, pero también es muy difícil de apaciguar – su falta cancela su virtud. El que es difícil de hacer enojar y fácil de contentar es un “jasid” (alguien piadoso) y el que se enoja fácilmente y se apacigua con dificultad, éste es un malvado para la Mishná. (5:11).
La forma de dominar nuestro enojo (actitudes) primeramente es aprendiendo a perdonar, es más fácil y mejor perdonar las faltas cometidas por el otro que primero ignorarlas y después ser incapaz de olvidarlas. (Ética de nuestros Padres)
Así que, estamos en Rosh Hashaná, una fiesta alegre, pero también solemne y muy reflexiva… No dejemos pasar este nuevo ciclo, si no hemos depurado a conciencia nuestras faltas, malas actitudes, malos comportamientos. Yom Teruáh nos da la oportunidad de tener otros Días del Arrepentimiento (que terminarán 10 días después en Yom Kippur, el Día del Perdón). Días para hacer borrón a nuestras faltas, y cuenta nueva de actitudes, tener en cuenta esos Componentes de nuestras Actitudes y Comportamientos, arrepentirnos, perdonar, perdonarnos. La Mishná nos recuerda la importancia de la bondad en nuestro corazón, nos pide que tengamos actos de misericordia, que demos caridad y que compartamos con los que no tienen. Y remarca algo muy importante, que la base de la paz es la caridad. “Aquél que aumenta en caridad, aumenta la paz”
Durante el seder de Rosh HaShaná estaremos orando para que seamos inscritos y sellados en el libro de la vida un año más. Tomemos un tiempo para reflexionar sobre nuestro comportamiento y actitudes durante el año que pasó y pidamos a la Ruaj HaKodesh nos de la sabiduría y discernimiento de cómo podemos ser mejores este nuevo año. Recordemos que también es una buena oportunidad de pedir perdón a quien hayamos ofendido.
La Torá, nos ordena escuchar el sonido del shofar en Yom Teruah, este sonido nos debe ayudar a despertar nuestro espíritu al cambio, a la renovación; también a estar atentos y preparados, con aceite en nuestras lámparas, dispuestos a la recibir al Novio (Mateo 25: 1-13) “Por tanto —agregó Yeshua—, manténganse despiertos porque no saben ni el día ni la hora”.
Romanos 12:2 (NVI) “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Di-s, buena, agradable y perfecta”. Esta Palabra nos persuade e invita a transformarnos, a renovarnos, a “crecer como la Luz de la aurora” para poder vivenciar la Buena Voluntad de HaShem; por eso decimos “Shaná Tová” – “buen y dulce año”. Y desde la mirada cabalística, se enfatiza el término “buen” que nos lleva a la bondad. Explican los sabios que es más importante enfocarnos en actos de bondad y generosidad que en la propia felicidad.
Otro aspecto para transformarnos, es ese proceso introspectivo, cambios de adentro hacia afuera; uno de los pilares de la inteligencia emocional es la capacidad de realizar un balance introspectivo, reconocer errores o actitudes inadecuadas con nosotros mismos y con los demás, enmendarlos desde el arrepentimiento profundo y sincero. Esto es lo que hacemos antes, durante y luego de Rosh Hashana: pensemos acerca del año que estamos cerrando, cuáles son las situaciones y conductas de las que nos arrepentimos desde la conciencia, y qué queremos corregir. Reflexionemos… si no hacemos este acto profundo de introspección y teshuvá, ¿qué clase de año dulce podríamos tener en nuestras vidas? …Solo a partir de reconocer, arrepentirnos, enmendar y obrar en consecuencia, es posible tener un buen y dulce año como personas, como pareja, como familias, como empresarios y como nación.
Sabemos ya que Rosh Hashaná significa literalmente “cabeza del año”, por lo que es tradicional comer la cabeza de un pescado, La cabeza del pescado nos recuerda la importancia capital de asumir un nuevo año con conciencia, en vez de seguir dominados por Yetzer Hará – יֵצֶר הַרַע los impulsos, inclinación al mal, defectos, pensamientos y actitudes recurrentes. Esto implica que debemos determinarnos a iniciar un nuevo ciclo estando más conscientes y cuidadosos desde el componente Cognitivo (conciencia) y afectivo (inteligencia emocional), el Yetzer Tov, lo cual nos predispone a experimentar un año próspero. Y se cumpla la promesa del Eterno en Devarim (Deuteronomio) 28:13: “El Señor te pondrá a la cabeza, nunca en la cola. Siempre estarás en la cima, nunca en el fondo, con tal de que prestes atención a los mandamientos”.
Desde la mirada de diversos rabinos estudiosos de la Torá, se explica que la manzana con miel que se incluyen en la cena de Rosh Hashaná, representa una dulzura que proviene de dos fuentes: aquella que llega de manera natural y la otra a la que accedemos tras un trabajo personal arduo, no exento de sufrimiento e incomodidad. Pensemos en aquellas situaciones dolorosas que hemos afrontado durante estos años, ¿Qué recursos nos han permitido desarrollar internamente? Algunos fueron momentos de felicidad, bienestar y paz, que pueden suceder de manera natural, y otras veces surgen porque venimos desarrollando procesos de cambio, dominio propio, crecimiento personal y crecimiento espiritual. Esos momentos son estados de “dulzura” que nos conectan con el placer de vivir, trabajar y crecer. Ambas dulzuras, la natural y la trabajada, son parte del proceso de la vida. Cuando celebramos este nuevo año, nos conectamos con ambas dulzuras, y reflexionamos qué clase de propósitos y metas precisamos desarrollar y atesorar, para poder experimentar un año dulce y pleno. 2 Corintios 5:17 “Por lo tanto, si alguno está en el Mashía, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” Preguntémonos: ¿cómo puedo estar más receptivo y proactivo para crear, generar y portar mayor dulzura (felicidad, salud, abundancia, bienestar) en mi vida? ¿Cómo puedo proponerme y comprometerme para que la vida de mi prójimo sea más dulce?
La respuesta es, asume una actitud de Humildad y pide al ETERNO que por medio de Su Ruaj Hakodes, y de YESHUA la Torá viviente, Transformar tu vida: un reseteo de lo que no aporta a tu crecimiento espiritual, un CONTROL DELETE, BORRON y CUENTA NUEVA a esas actitudes y comportamientos, para SER y tener un nuevo comienzo de vida en forma integral, y en consecuencia, un buen y dulce año 5785
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¡Shana Tová Umetuká!

Luis Gabriel Forero & Stella Díaz de Forero, Ingeniero Industrial y Terapeuta del Lenguaje & la Comunicación; Empresarios, Executive Master Coachs, Conferencistas. Su propósito: Transformar vidas desde su empresa de Consultoría Gerencial en Liderazgo, SoftSkills y Habilidades Directivas; todo fundamentado en valores y sujetos a la Palabra de DI-S. Son Cabeza del Ministerio de Empresarios & Emprendedores Yovel
