Llamados a transformar ambientes: fiesta de Hanuka

«Ustedes son la luz del mundo» es una de las enseñanzas de nuestro Mesías Yeshua (Mateo 5:14) que nos invita como creyentes mesiánicos a dar testimonio, a ser ejemplo vivo de la verdad, de emuná y de obras coherentes a nuestra fe mesiánica; brillando para que otros vean a través de nosotros a Di-s y glorifiquen al Padre Eterno, no ocultando su luz, sino sirviendo como guías, como agentes de transformación en un mundo de tanta oscuridad… ¿Soy realmente Luz para otros? …

Nos hemos mimetizado, permeado o familiarizado y acostumbrado a las tradiciones y costumbres del mundo, “que llama a lo bueno malo y a lo malo bueno”, o somos SAL que da un sabor, significado y propósito a lo que hacemos y LUZ, que inspira e ilumina a otros. Hanuka es una recordación de la “Re-dedicación constante del Templo” … nosotros “somos Templo de HaShem, donde habita su Ruaj” (1 Corintios 3:16), Hanuka nos invita a recordar que somos esa chispa divina de la creación de Di-s, a no perder esa llama, esa luz, a creer en milagros, y que nosotros podemos ser ese milagro, ser luz o la respuesta a lo que otros están buscando en medio de oscuridad y confusión.

Hanukkah, Chanukah, Janukkah, o Janucá, en hebreo es חנוכה (pronunciado ḥanukkā), significa «inauguración» o «dedicación», refiriéndose a la rededicación del Templo de Jerusalén; además de ser conocida como חג האורים (Jag HaUrim), la «Fiesta de las Luces». Se celebra encendiendo un candelabro especial de nueve brazos llamado hanukiá, y conmemora el milagro del aceite que duró ocho días en el Templo, simbolizando la luz de HaShem y la victoria del pueblo judío gracias a un pequeño grupo de Macabeos, sobre la opresión de los griegos; representando cómo un pequeño acto de FE puede iluminar la oscuridad y llevar luz al mundo, con paralelismos espirituales a la «Luz del Mundo» – Yeshua en el Judaísmo Mesiánico, aunque desde diferentes perspectivas. Hanuka también se conoce como la fiesta de milagros, de la esperanza y de la consagración, donde se enciende una luminaria cada noche en la menorá especial (januquiá) con una intensión especial, y con la firme intención de compartir esa luz con todos.

En nuestro caso, cuando capacitamos y entrenamos en Liderazgo, enseñamos que todo Líder debe cumplir cuatro roles claves, fundamentales y determinantes para influir, dirigir y ser guía de otros, uno de estos roles es el que denominamos “Agentes de Cambio” o Agente de Transformación, esto significa en cortas palabras: impactar positivamente ambientes, espacios, grupos de personas, etc., y no que ellos nos contaminen, nos permeen, trastoquen e interfieran en la misión o propósito común.

Un Líder con propósito tiene claro este rol, pero un Líder Mesiánico tiene además un plus diferencial, que añade sentido y alto valor a su vida: La Torá, tenemos a Hashem, el resignificado de propósito en él y para él, viviendo el ejemplo y enseñanzas de Yeshua nuestro Mesías. Él, la Luz del mundo, Él la Menorá para nosotros que nos guía e ilumina, Él la Torá Viviente, Él nos inspira a vivir un liderazgo consciente que brille en nosotros, para otros.

¿Qué significa entonces Ser la Luz del Mundo?, así como la lámpara del Templo debía estar siempre encendida (Éxodo 27:20-21), así como el milagro del Aceite que milagrosamente ardió para ocho días,(tiempo suficiente para preparar y consagrar más aceite) así debemos rediseñarnos e iluminar siempre con una vida con propósito, con intencionalidad, conscientes de nuestros actos, causa y efecto, llamados a la santidad, a vivir separados de la idolatría, honrando a HaShem con nuestro ser, con nuestras acciones, con nuestro lenguaje verbal y corporal; a ser Luz en las Tinieblas, a encender la llama de la Ruaj en nuestro corazón y en el corazón de quienes nos rodean, a través de nuestro estilo de vida, de nuestro ejemplo y testimonio, dedicando lo que somos, lo que hacemos, lo que hablamos y hasta lo que vestimos, para glorificar “el nombre que es sobre todo nombre”, el nombre de Yeshúa y el nombre del Eterno a través de una vida iluminada de congruencia, de santidad y de propósito. El deber ser entonces, es reflejar la luz de Mashía en todo contexto, hora y lugar; ser fuente de vida y de verdad, manifestar el amor y las buenas obras del Eterno con nuestro proceder, aún con nuestra forma de pensar y de hablar, para trascender, para inspirar, para transformar e impactar ambientes: hogar, familiares, empresariales, congregacionales, sociales, y en consecuencia, ser Agentes de construcción y de Transformación de nuestro País, del Mundo; ser luz que ilumina, cambia y transforma ambientes.

¿Cómo dedicar nuestro templo y ser esa lámpara que da luz para otros?

  • Reflejo de Yeshúa: saber que como creyentes no somos luz por sí mismos, sino que, a través de un estilo de vida coherente a la Torá, a la Biblia, a los Mandamientos y enseñanzas de Yeshúa reflejaremos la verdadera Luz del Mundo.
  • Ejemplo visible: “una lámpara encendida no se puede ocultar”; así, las buenas obras de nosotros como Mesiánicos, deben ser visibles para que el mundo vea, reconozca y alabe al Eterno.
  • Visión y Propósito: Ser luz implica no participar en las obras de las tinieblas, sino mostrar el Camino, la Verdad y la Vida, hacia la salvación y la luz, actuando como faros para guiar a otros.
  • Liderazgo responsable: Es un llamado a cada creyente a ser transparente e íntegro, permitiendo que la gracia de HaShem brille a través de su vida, quitando lo que no suma ni sirve a nuestra vida espiritual, siendo “autovigilantes” de nuestros pensamientos, actos, relaciones y lenguaje
  • Responsabilidad Social: somos seres relacionales, para cuidar del otro, si yo me cuido y cuido la Luz de Yeshúa en mí, puedo iluminar, cuidar, influir, e inspirar a los que me rodean.
  • Responsabilidad Empresarial: reflejar la excelencia, integridad, calidad y buenas prácticas en nuestra labor profesional y empresarial que inspire, motive y añada valor a los diferentes grupos de interés; además que marque la diferencia con otros profesionales u otras empresas similares.

Vive el Llamado para ser Transformador de Ambientes:

  • Con buenas obras: la Fe sin obras… Realizando Tzedaka, acciones altruistas y de bondad que reflejen el amor de Yeshúa.
  • Con testimonio: Viviendo de manera coherente a la Torá (Yeshúa la Torá viviente) y siendo diferente a lo que el mundo llama bueno, viviendo los valores bíblicos, mostrando el mensaje de nuestro Mesías.
  • En comunión con Di-s: Manteniendo una relación cercana con el Eterno para que su luz brille más intensamente a través de nosotros, enfocados “en lo invisible y eterno” (2 Corintios 4:7). 

Vivamos el milagro de la Luz en nuestra vida y seamos Luz para otros, re-dediquemos permanentemente nuestro Templo, seamos siempre Transformadores de Ambientes reflejando a Yeshúa en nuestro ser y en nuestro hacer. ¡Vivamos la Luz y el gozo del Eterno en todo momento!

Jag Hanuka Sameaj!

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Luis Gabriel Forero & Stella Díaz de Forero, Ingeniero Industrial y Terapeuta del Lenguaje & la Comunicación; Empresarios, Executive Master Coachs, Conferencistas. Su propósito: Transformar vidas desde su empresa de Consultoría Gerencial en Liderazgo, SoftSkills y Habilidades Directivas; todo fundamentado en valores y sujetos a la Palabra de Di-s. Son Cabeza del Ministerio de Empresarios & Emprendedores Yovel.

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